Cómo afecta cada estilo musical al cerebro

Como ya sabes, la música adecuada puede ayudarnos a desarrollar nuestras capacidades cerebrales, la capacidad de memoria, concentración, mejores habilidades matemáticas…  Son muchos los beneficios de la música.

Según Alfred Tomatis, otorrinolaringólogo, psicólogo e investigador francés, el oído no sirve sólo para escuchar, también determina el equilibrio y estimula el cerebro en sus diferentes áreas.

Sus investigaciones se aplican en diversos campos de la salud y el desarrollo físico, mental y emocional. No toda la música sirve para lo mismo. Según el estilo musical se puede estimular la creatividad y la imaginación y otros géneros ayudan a establecer relaciones interpersonales.

 

Cómo afecta al cerebro cada estilo musical

Música clásica

Escucharla ofrece al cerebro un mejor ambiente para desarrollar ideas y restablecer conexiones neuronales nos ayudarán a estar alertas, concentrarnos mejor y optimizar los procesos de aprendizaje.

La música barroca consigue estados ideales para el aprendizaje. Además, sus tonos graves provocan ondas cerebrales bajas. Algunos ejemplos son: Largo de invierno de Las cuatro estaciones y Largo del concierto para clavicordio en fa menor Opus 1056, de Bach.

Las melodías con mayor ritmo provocan un estado de alerta constante, propicio para el aprendizaje activo, como la Sinfonía Praga y el Concierto para violín y orquesta número 5 en la mayor de Mozart.

Y para revitalizar el cerebro luego de un trabajo intelectual intenso, son ideales los Cantos Gregorianos o la música con sonidos de la naturaleza.

 

Salsa

La salsa brinda al cerebro una combinación de dopamina y adrenalina, que relaja y activa al mismo tiempo.

Produce beneficios físicos, emocionales y mentales, pues libera del estrés, aumenta la capacidad cardio respiratoria y mejora la coordinación y el equilibrio.

 

Rock

Don Campbell en su libro El Efecto Mozart afirma la dificultad de encontrar concentración para generar ideas con ritmos tan acelerados. Sin embargo, destaca la capacidad de inyectar adrenalina al cerebro.

Diferentes investigaciones han relacionado a la música rock con un aumento en la resistencia a la hora de hacer ejercicio. 

Más allá de los ritmos, es fundamental tener en cuenta nuestros propios gustos. Investigaciones y estudios de diversas universidades de Estados Unidos reconocen los beneficios de la música para tratar casos de dolor crónico, problemas cardiovasculares o estrés.

La regulación de la frecuencia cardiaca y la relajación que da escuchar música que nos agrada, complementan los efectos positivos en el plano cerebral.

 

 

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