Un estudio científico afirma que algunas canciones, en particular aquellas que tienen más tonos graves, hacen que las personas se sientan más fuertes.
Dennis Hsu de la Kellogg School of Management de Northwestern University (Estados Unidos) y su equipo han investigado cuánto puede la música transformar el estado psicológico del oyente.
Hasta ahora, numerosos estudios han demostrado los efectos positivos de la música en las personas, que van desde mejorar el aprendizaje y la motivación hasta reducir el dolor físico.
Sin embargo, estos científicos sostienen que no había investigaciones que vincularan la música con una sensación de poder e identificara sus efectos y además las posibles causas.
Lo que han encontrado es que, efectivamente, la música hace sentir a la gente con más poder, pero que eso no se aplica a todas las melodías y que los niveles de graves son una cuestión clave para su eficacia.
En este tema juega la «hipótesis condicionante». Esa teoría sugiere que ciertas piezas musicales pueden disparar experiencias poderosas porque están frecuentemente asociadas a esa música en particular. Un tema usado habitualmente en acontecimientos deportivos consigue inspirar potentes sentimientos por la asociación con el poder, la recompensa y el triunfo (por ejemplo, We Are The Champions suele ser entonada para celebrar victorias).
Dennis Hsu y su equipo eligieron 31 piezas de géneros variados como hip-hop, rock y reggae. Luego hicieron que 148 jóvenes escucharan 30 segundos de esos temas y llegaron a una lista de canciones que provocaban más o menos sensación de poder. Entre los primeros está We Will Rock You (Queen) y Get Ready For This (2 Unlimited) y entre los otros Because We Can (Fatboy Slim´s) y Who Let the Dog Outs (Baha Men`s).
Posteriormente, hicieron seis experimentos para ver cómo las canciones mejor y peor calificadas afectaban a las personas. En particular estudiaron tres aspectos: la tendencia a abstraerse, la percepción del control sobre los acontecimientos sociales y el deseo de mover primero en competencias deportivas.
Uno se los objetivos era probar si la música produce los mismos efectos de energía que se hay en otras fuentes. También encuestaron a los participantes acerca de sus sentimientos respecto a lo que escuchaban.
Las conclusiones, publicadas en la revista Social Psychological and Personality Science, fue que ciertas canciones no sólo brindan una sensación inconsciente de poder y fuerza, sino que generan las consecuencias anteriormente mencionadas (abstracción, mayor control y deseo de mover primero en competiciones).
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