Las partituras de Bach guardan un secreto matemático

Johann Sebastian Bach, el renombrado compositor e intérprete alemán, es ampliamente reconocido como uno de los maestros indiscutibles de la música clásica.

Nacido en una familia musicalmente talentosa en marzo de 1685, Bach dejó un legado inigualable en el extenso y diverso mundo de la música clásica. Su influencia abarcó el período del Barroco, que culminó con su fallecimiento en 1750.

Este virtuoso músico, cuya carrera lo llevó a trasladarse a diversas ciudades alemanas como Weimar y Mühlhausen, donde creó algunas de sus obras más destacadas, como los Conciertos de Brandenburgo, se caracterizó por un estilo musical altamente técnico y profundo.

 

El secreto matemático de las partituras de Bach

La estructura meticulosa de su producción musical ha sido comparada con la lógica de una fórmula matemática.

La música, con su capacidad única para transmitir mensajes que resuenan en nuestra mente, ha sido objeto de estudio por parte de científicos intrigados por descifrar los específicos mensajes que Bach transmitía y entender el proceso cognitivo que nos permite interpretarlos.

La música barroca, en términos generales, se distingue por el uso de armonías simples y un contrapunto pronunciado, creando ritmos complejos que dotan a la melodía de la capacidad de evocar emociones intensas.

La aplicación de herramientas físicas ha proporcionado respuestas a estas preguntas, utilizando la teoría de la información y la entropía, que cuantifica la incertidumbre proveniente de una fuente de información.

En este contexto, la entropía de Shannon, concepto originado en la física, se ha aplicado para medir la cantidad de energía no utilizable en la música. La complejidad de los sonidos, cuanto más elaborada, mejor transmite un mensaje, mientras que sonidos únicos o repetitivos carecen de información significativa.

Los científicos analizaron 337 composiciones de Bach, representando notas y transiciones en redes de puntos y líneas llamados «nodos» y «filos». Este enfoque permitió calcular la entropía de la información de cada red, revelando que las estructuras musicales de Bach facilitan la comprensión y la anticipación humana de los sonidos.

Las conclusiones revelan que las redes creadas a partir de las transiciones musicales de Bach contienen más información que aquellas formadas aleatoriamente.

Además, la estructura y el contenido de la información varían según los distintos estilos de composición de Bach, siendo las tocattas, por ejemplo, más propensas a elementos sorpresivos.

La respuesta emocional del oyente también difiere según los estilos, lo cual coincide con las diferencias en composición e información emitida. Sin embargo, la conexión exacta entre estos fenómenos sigue siendo desconocida, planteando interrogantes que podrían abordarse desde el ámbito de la psicología.

Este intrigante estudio iniciado con Bach abre la puerta a investigaciones similares en otros géneros musicales, ofreciendo una comprensión más profunda de los mensajes que emanan a lo largo de la historia musical.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.