¿Por qué bajamos el volumen de la radio para aparcar?

 

¿A la hora de aparcar bajas el volumen de la radio del coche? ¿No es capaz el cerebro de procesar la música y la maniobra de aparcar?

Por qué bajas el volumen de la música al aparcar

Según Manuel Martín-Loeches, profesor titular de Psicobiología de la Universidad Complutense de Madrid. lo que tenemos en la mente viene de dos vías: a lo que atendemos voluntariamente y lo que capta nuestra atención de forma automática, como un estímulo peligroso o inesperado. En esta segunda vía estaría también la música, que es muy atractiva para nuestro cerebro. Gran parte del circuito cerebral de la música coincide con el del lenguaje, otro instinto muy humano.

Pero nuestro cerebro tiene unos recursos atencionales limitados. Mientras que conducir por una autovía o por calles que ya conocemos se puede hacer en piloto automático, ya que consume pocos recursos, aparcar no es algo rutinario.

Cada espacio es diferente, requiere calcular maniobras, usar la marcha atrás… Así que si estamos atendiendo a la música, ya que la captamos de forma automática y no la podemos ignorar, el cerebro atiende a ella en lugar a lo que en ese momento es necesari”. Por ello se quita, para dejar todos los recursos disponibles para la tarea que en ese momento tiene cierta dificultad y es imprescindible llevar a cabo.

El ganador del premio Nobel Daniel Kahneman señala que aparcar requiere de un tipo de pensamiento lento, que necesita de mucha racionalidad, por lo que gasta más energía. Por ello, automáticamente se dejan de realizar otro tipo de actividades, incluso escuchar la radio.

En términos de actividad del cerebro, escuchar música es un acto complejo. Las frecuencias altas, los sonidos llamados agudos, afectan a la percepción y a la memoria; las medias a procesos neurovegetativos como el ritmo cardíaco o las emociones, y las bajas o graves a la conducta motora.

La música se puede convertir en una aliada de determinados procesos cognitivos.

Hay estudios que corroboran que una determinada música puede aumentar la productividad en el trabajo.

Por ejemplo, los expertos sugieren que para el desarrollo de la atención, son ideales los instrumentos de cuerda, que estimulan de manera más directa un determinado patrón de ondas cerebrales relacionadas con la concentración. Y, para una tienda de deportes, es recomendable poner hip hop (ritmo similar al bote de una pelota) para estimular la venta. Lee: el poder de la música en el consumidor.

 

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